Probé la dieta Keto durante un mes y te cuento lo que pasó

4
851

¿Funciona la dieta Keto? Desde ya les adelanto que en un mes logré bajar 17 libras sin hacer ejercicios, únicamente controlando mi alimentación. No controlé la cantidad de comida, ni mucho menos la calidad: simplemente dejé de consumir carbohidratos.

Sé que este tema parece ser un offtopic en este blog, pues aquí nos dedicamos a publicar sobre electrónica, programación y temas afines. Sin embargo, como explicaré más adelante, considero que la información que presentaré aquí será de interés para muchos de nuestros lectores por el enfoque experimental que le hemos dado a este tema. A continuación voy a proceder a describir un experimento que hice sobre mi propio cuerpo y los medios tecnológicos que utilicé para cuantificar los resultados.

ACLARACIÓN

Antes de avanzar debo aclarar algo: yo no soy nutricionista. No soy experto en nutrición ni tengo formación profesional en nutrición o áreas afines. Simplemente son ingeniero y estoy tratando de hacer una interpretación de una teoría basada en mis conocimientos generales sobre las ciencias naturales. Haré un experimento con mi alimentación durante cierto tiempo y cuantificaré los resultados utilizando equipos electrónicos que compré en Internet. Si tu estás interesado en seguir una dieta baja en carbohidratos te recomiendo que busques a un nutricionista que te ayude con este tema.

Antecedentes

Hace poco más de un mes estaba navegando en Internet y encontré información sobre una teoría que llamó mucho mi atención. Supuestamente es posible provocar que el cuerpo de un ser humano pierda peso de manera espontánea si se aumenta los niveles de cetonas en la sangre.

Cuando investigué un poco más sobre las cetonas pude entender que la famosa «dieta Keto» se basa precisamente en provocar un aumento de los niveles de cetona en el cuerpo. Esto se puede lograr de muchas  maneras, siendo una de ellas el mantener una dieta baja en carbohidratos. Esta teoría me pareció muy interesante, especialmente por que existen mecanismos para la medición de los niveles de cetona en el cuerpo. Es decir, se trata de una teoría basada en algo cuantificable.

Si un fenómeno es cuantificable, es posible diseñar un experimento que permita estudiar dicho fenómeno de manera formal. La teoría detrás de la dieta Keto se basa en algo que podemos medir, lo cual para mi la hace muy interesante. Y fue eso precisamente lo que me motivó a empezar este experimento.

En el siguiente artículo les voy a compartir mi experiencia con la dieta Keto. Como ya mencioné antes, en un mes perdí 17 libras y aún creo que puedo seguir perdiendo peso. Sin embargo, también me di cuenta que no todo lo que dicen por ahí en Internet es cierto y tengo datos que así lo demuestran. Aquí les mostraré esos datos, junto con lo bueno, lo malo y lo feo de hacer dieta baja en carbohidratos.

La Teoría

A la dieta Keto también se le conoce como «dieta cetogénica». La palabra cetogénica nos da a entender algo como «producción de cetonas», por lo que este tipo de dieta consiste en hacer que tu cuerpo produzca cetonas.

Hay muchas formas de aumentar los niveles de cetonas en el cuerpo, como hacer ejercicios, hacer ayuno y consumir pocas cantidades de carbohidratos, principalmente. Por ahí en el Internet se pueden encontrar productos que aumentan los niveles de cetonas en el cuerpo de manera artificial, pero los comentarios no son buenos. Todo aquello que conlleve la compra e ingesta de suplementos nutricionales nunca es bien visto. Al menos yo pienso de esa manera.

Las cetonas (ketones en inglés. De ahí lapalabra «keto) son, en pocas palabras, sustancias producidas por el cuerpo que convierten la grasa acumulada en energía. Posiblemente la definición es más complicada que eso, pero no soy un experto en el tema y no entraré en detalles sobre un tema del que solamente conozco lo básico. El internet está lleno de información sobre cetonas y la dieta Keto, por lo que no considero necesario profundizar mucho en este tema.

Creo que lo más importante que se necesita entender de este tema es lo siguiente: el cuerpo utiliza dos tipos de energías. Cuando consumimos nuestros alimentos, estos son convertidos en energía que será utilizada para el funcionamiento de nuestro organismo. Las dos fuentes principales de energía para nosotros son las grasas y los azúcares, específicamente la glucosa.

Según Wikipedia, la glucosa es una molécula compuesta por carbono, hidrógeno y oxígeno (específicamente C6H12O6). Los carbohidratos o hidratos de carbono son moléculas compuestas por carbono, hidrógeno y oxígeno, tal como la glucosa. Cuando se consumen carbohidratos, éstos terminan convirtiéndose en glucosa a través del proceso de la digestión.

El cuerpo utiliza la glucosa como fuente de energía. Lo mismo hace con las grasas, pero se le da preferencia a la glucosa por ser más fácil de utilizar. Si consumimos exceso de grasas y azúcares, lo que sucederá es que el cuerpo usará los azúcares para producir energía y dejará la grasa guardadita para después. Y así es como empezamos a engordar, al dejar demasiada grasa guardada.

Si iniciamos con una dieta baja en carbohidratos y azúcares simples, al cuerpo no le quedará otro remedio que utilizar grasa como combustible. Una parte la obtendrá de los alimentos y otra de la grasa acumulada. Para convertir la grasa en energía el cuerpo produce cetonas, cuya función es precisamente esa, el convertir la grasa en energía utilizable para el cuerpo.

Y bueno, eso es lo que se necesita saber de teoría. Profundizar sobre el tema no es difícil, pues el Internet está repleto de información sobre este tema. Aquí simplemente expliqué lo básico, aquella teoría me permitió convencerme de que esto en realidad puede funcionar.

Para mí tiene mucho sentido el hecho de que si reduces los azúcares, al cuerpo le toca funcionar con grasa. De algún lado tiene que salir la energía que necesitamos, pues de no ser así estaríamos muertos.

Mi condición personal

Yo la verdad no me he preocupado mucho por cuidar mi alimentación. Desde pequeño me acostumbré a hábitos alimenticios muy específicos sin ponerme a pensar demasiado en el tema. Todos los días de mi vida desde que tengo memoria, salvo contadas ocasiones, he comido arroz en el almuerzo y la cena. Siempre es arroz con algo más, como carne, menestras, ensaladas, pasta, etc.

Mis desayunos han sido iguales desde siempre. Siempre como pan, queso amarillo y jugo. Desde que me mudé a vivir de manera independiente consumo diariamente jugo Bonlac de naranja. Para mi el pan, queso amarillo y jugo de naranja son mi religión. También le agrego jamón, salchichas, chorizos, mayonesa compuesta, dependiendo de la disponibilidad en el refrigerador.

Durante algunos lapsos de tiempo de los últimos años me la he pasado desayunando lo mismo durante meses. 2 sándwiches hechos con pan de molde (4 tapas en total) con un queso amarillo en el centro y algún extra de los que mencioné arriba. A veces solo el pan y el queso. Pero nunca puede faltar mi respectivo vaso de jugo de naranja. Debe ser Bonlac, pues es el del sabor más fuerte y debe estar bien frío. Me tomo 2 galones de esos a la semana, solamente en los desayunos.

Mis almuerzos, como ya dije, son a base de arroz con algo más. Aparte de eso me gusta mucho la pizza. He pasado por temporadas en las que me como 4 o 5 pizzas al mes, siempre en complicidad con mis hermanos. La pizza para nosotros es un throwback directo hacia la infancia, cuando la queríamos y no siempre la podíamos tener. Ahora que somos adultos y devengamos un salario, ahora que tenemos una enorme cantidad de opciones para escoger, podemos comer pizza cada vez que queremos. Y siempre con soda Coca Cola. Nos hace felices.

No es que todos los meses me coma 5 pizzas. A veces pasa un mes o dos en los que no me como un solo pedazo. Todo depende de la temporada y mi estado de ánimo. Aparte de las pizzas también me gustan las hamburguesas, pero esas están en un segundo lugar detrás de la pizza. También como dulces, pero no me encantan. Digamos que me como un pedazo de pastel en algún cumpleaños, pero jamás voy al súper a comprar dulces. No me provoca. Si compro un helado, muchas veces pasa meses en el congelador y a veces hasta se vence sin que me lo termine de comer.

Hasta hace un mes jamás me había sentado a pensar en la cantidad de calorías que consumo en un día o en la cantidad que debería consumir. Sé que consumo más de lo que necesito, pues he engordado bastante con los años. En mi trabajo hay días en los que me la paso sentado todo el día en la oficina y no es casualidad que haya aumentado entre 5 y 10 libras cada año desde que me gradué de la Universidad. No recuerdo mi peso en aquellos días (2016), pero creo que andaba entre 200 y 210 libras. Hace un mes me pesé luego de mucho tiempo y me salió 253 (!!!). Si, brutal.

Pero eso NO fue lo que me llevó a entrar en esta dieta. A pesar de que peso 250 libras, no me siento mal. No me gusta verme tan cachetón, por supuesto, pero igual soy un tipo alto (1.80 m) y todavía no llego al punto en el que me mortifica verme en el espejo. Bueno, un poquito, pero puedo vivir con eso.

Más que el prospecto de bajar de peso, lo que más me motivó a iniciar una dieta fue la posibilidad de hacer un experimento y de dar un seguimiento a los resultados obtenidos. En Internet me puse a buscar información sobre las cetonas y me di cuenta que existen mecanismos para cuantificar lo niveles en sangre. Existen unas tiras que reaccionan con la orina y hay dispositivos que miden el aliento. A mi el que más me interesó fue el medidor similar al que se usa para medir los niveles de glucosa en sangre.

A mi me encanta la tecnología. Si me dices que hay un dispositivo que me permite hacerme una prueba de sangre para ver mis niveles de cetona día a día, eso de una vez me motiva. También hay balanzas con WIFI que te envían los datos al celular, lo cual me motivó aún más. Después de hacer una búsqueda extensiva en Internet, decidí comprar los dispositivos que me ayudarían en este proceso y una vez los recibí, empecé con el experimento.

Equipos electrónicos utilizados

Como ya les expliqué, a mi me encantan los dispositivos tecnológicos, especialmente si aplican el paradigma de IoT. Es una forma interesante de hacer dieta, pues es posible llevar un registro diario de los cambios en tu cuerpo y tratar de optimizar los resultados.

Para llevar un registro de mi masa corporal decidí adquirir el siguiente equipo:

Con un costo de 19.99 en Amazon, esta balanza te permite registrar los pesajes en una aplicación en tu celular llamada Arboleaf. La comunicación puede ser por Bluetooth o por WIFI, lo cual es una enorme ventaja. Al estar conectada a WIFI, simplemente la pones en el piso y cada vez que te subes en ella envía la información al celular de manera automática.

Para la medición de los niveles de cetona decidí adquirir un equipo que además me permitiera medir glucosa. Nunca está de más llevar un control de tus niveles de azúcar en sangre, específicamente por el riesgo que tenemos todos de desarrollar diabetes.

Buscando en Internet me encontré con el sitio web keto-mojo.com, donde venden este equipo:

Con ese aparato que aparece en la imagen se puede medir glucosa y cetonas a partir de una gota de sangre, con la posibilidad de enviar los datos al celular. Decidí comprar el aparato, junto con una caja de 60 tiras reactivas de glucosa y de cetona. Asumiendo que haré mediciones una vez al día, estos insumos deberían ser suficientes para dos meses.

El kit costo poquito más de 100 dólares, algo que para algunos puede ser prohibitivo. Desde este punto les diré lo siguiente: este equipo no es necesario para hacer dieta keto. Sí, te ayuda a ver tus niveles de glucosa y cetonas, pero como veremos más adelante, eso no importa mucho.

Condiciones del experimento

Para este experimento decidí tomar en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Medir mi peso, niveles de glucosa y niveles de cetona todos los días después de bañarme y de alistarme para ir al trabajo y antes de desayunar.
  • Consumir menos de 20 a 25 gramos de carbohidratos netos al día, todos los días

Eso hice durante un mes y logré bajar 17 libras. ¿Funcionó la dieta? Sí y no. Sí funcionó, pero no funcionó como te lo dicen en Internet.

A partir de este punto es cuando siento yo que haré un verdadero aporte a este tema pues te voy a contar mi experiencia. Si has leído todo el contenido de este post hasta este punto verás que ya te expliqué las razones por las que empecé con esto y te hablé un poco de mi y mis hábitos alimenticios.

Aquí te voy a explicar qué pasó y como pasó. Que comí en el desayuno, el almuerzo y la cena y el efecto que esto provocó en mi peso corporal y en los niveles de glucosa y cetona en sangre.

El inicio del experimento

Quiero aclarar que yo soy una persona con características muy próximas a la de la definición de un ciudadano común. Tengo un trabajo en el sector público y vivo en un apartamento en Ciudad de Panamá. Tengo una hija, tengo hipoteca, pago luz, agua, internet y servicios de streaming como muchísima gente en esta ciudad y en el mundo entero. Hago mis compras en el PriceSmart, Rey y Riba Smith por el simple hecho de que son los tres supermercados más cercanos al lugar donde vivo. Si viviera en otro lugar talvez compraría en el 99, Machetazo o Xtra, lugares a los que voy cuando tengo disponibilidad.

Lo que quiero decir con esto es que yo no soy diferente a la mayoría de la gente que leerá este artículo. Y al ser un ciudadano común me toca vivir una vida común.

Si hay algo malo que se deba decir sobre las dietas Keto es que Internet está plagado de información sobre este tema donde te la venden como la octava maravilla del mundo. Te dicen que es una dieta en la que igual puedes grandes cantidades de carnes, grasas y proteínas en general, algo que sería prohibitivo en otros tipos de dietas. Es muy común encontrarnos con imágenes así:

Cualquiera que vea esta imagen diría: «eso se ve bien!«, «si la dieta Keto se basa en comer cosas así, estoy hecho!«, «yo podría hacer dieta durante meses si todos los días puedo comer algo como eso«.

Esas fueron algunas de las ideas que pasaron por mi cabeza. Pero para un ciudadano común como tú que me lees, o como yo, mantener un tipo de dieta así no es algo realista. Eso no va acorde al estilo de vida de la gente común.

Si alguien quiere comer así necesita prepararlo o pedirlo a un restaurante. Prepararlo no es sencillo y puede llegar a ser frustrante por todo el tiempo y esfuerzo que conlleva la preparación. Como son pocos los restaurantes que te brindan opciones keto, muy posiblemente tendrás que hacerte tu comida antes de ir al trabajo cada día y eso te quitará tiempo. Yo aquí confieso que un par de veces me quedé sin almorzar en el trabajo por no haber llevado nada de mi casa y por no tener una opción baja en carbohidratos disponible en mi trabajo. Eso me pasó a mí y te puede pasar a ti.

Pero, ¿sabes qué? Sobreviví. Nunca pasé hambre extrema. Los días que no almorcé fue porque no sentí el hambre suficiente como para hacer un esfuerzo extraordinario en conseguir comida. Simplemente me quedé así y esperé hasta las 4:00 PM cuando llego a mi casa y me preparo algo rápido.

Mis comidas durante el último mes se han basado en alguna combinación de los siguientes ingredientes:

  • Carnes (pollo, cerdo, res, salmón)
  • Hongos (se han vuelto una delicia)
  • Espárragos (hasta ahora los probé y me encantaron)
  • Hojas de mostaza / Bok Choi
  • Tomate
  • Productos enlatados (tuna y jamonilla «Tulip»)
  • Productos encurtidos (pepinillos, alcachofas)
  • Arroz de coliflor y puré de coliflor (no sabía que existía, pero está bueno)
  • Chayote
  • Brócoli
  • Embutidos (principalmente en el desayuno: chorizos y salchichas)
  • Queso (amarillo, blanco prensado, mozarella)
  • Cantidades industriales de huevos (entre 3 y 5 al día)
  • Tocino (Bacon)
  • Aguacate (lo detestaba, pero ahora lo paso)

Hoy es 30 de julio. Hoy es mi cumpleaños número 29, el cual coincide con el final del mes #1 de mi experimento (pura casualidad). Durante 4 semanas he desayunado, almorzado y cenado alguna combinación de alimentos de la lista que te acabo de presentar. Todos son productos e ingredientes fáciles de conseguir aquí en Panamá, a precios relativamente accesibles.

A continuación voy a describir brevemente los tipos de desayunos, almuerzos y cena que he comido durante las últimas 4 semanas y que me permitieron bajar 17 libras, sin ejercicios.

Desayuno

Un típico desayuno para mi durante las últimas 4 semanas consiste en:

  • 3-4 huevos fritos o hervidos
  • 2 o 3 salchichas o chorizos fritos
  • queso amarillo

A veces remplazo las salchichas por 3 o 4 rebanadas de jamón, o también tocino. Creo que en este mes que pasó, por primera vez en mi vida comí tocino. La verdad no recuerdo haber comido eso antes. Está bueno, pero básicamente se trata de grasa de cerdo con algunos pedazos de carne pegados.

Es una total delicia el poner 3 o 4 tiras de tocino en un sartén y dejarlos que se cocinen unos minutos. Luego aprovechas esa grasa que quedó en el sartén y te preparas unos huevos. Te sirves eso en un plato y le tiras un queso amarillo encima y tendrás una bomba calórica sumamente grasosa que te hará sentir muy culpable. Pero aunque no lo creas, comiendo así logras bajar de peso.

Una de las cosas que más me costó trabajo fue el no tomar jugo. Yo estoy acostumbrado a tomar jugo frío en el desayuno. Las únicas bebidas que se pueden tomar bajo este régimen alimenticio es el café y el té. No se les puede poner azúcar, pero se puede usar Stevia.

La Stevia es un endulzante de origen natural que no contiene calorías. Al café o al té tampoco se le puede poner leche, pues contiene una alta cantidad de carbohidratos. Una opción viable es utilizar leche de almendra (como Silk), aunque es un poco más costosa y no tiene la misma consistencia de la leche.

En los primeros días traté de enfriar el café para remplazar mi jugo. Tengo una máquina de hacer café expreso (Latíssima One) y en las noches me hacía un café y lo dejaba en el refrigerador para tomarlo en el desayuno al día siguiente. Lo hice solamente 3 veces, pues me di cuenta que no me gustaba tanto y que odiaba ver ese recipiente con café frío en el refrigerador.

Traté de tomar café caliente en el desayuno durante un par de días, pero no me acostumbré. Los desayunos de toda mi vida han sido con jugo y solo jugo. En días recientes me he puesto que desayuno simplemente con agua. Me siento en la mesa, como lo que sea que tenga para desayuno ese día y me tomo un vaso de agua fría. Eso me ha dado mejores resultados y creo que ya me acostumbré.

En esta dieta resulta sumamente importante el consumo de agua. Hay que mantenerse hidratado todo el día y con el tiempo me di cuenta que me siento mejor cuando me tomo uno o dos vasos de agua en el desayuno.

Almuerzo

El almuerzo ha sido la parte más difícil de esta dieta, pues como ya expliqué antes, es difícil resolver el almuerzo si no estás en casa al mediodía. En el trabajo no hay opciones low-carb y en muchas ocasiones he optado por no comer, pues tampoco es que me da mucha hambre.

Un par de días me llevé un aguacate para el trabajo con un poco de café en un vaso hermético. Al mediodía, a la hora de almorzar, me comí el aguacate, tomé un poco de café y un vaso de agua.

Un par de veces he hecho pedidos a restaurantes a través de Pedidos Ya. Las opciones no son muchas y la verdad es que la comida no es muy buena. Un día pedí un bowl Keto de poké y no estaba mal, pero si lo comparas con el poke estándar te das cuenta que hay una enorme diferencia. Lo mismo me pasa con el sushi, pues los rolls sin arroz son de una calidad muy inferior a los rolls normales.

El «sushi keto» es, básicamente, un roll de sushi que en vez de arroz tiene salmón crudo o atún crudo. No están mal, pero no se pueden comparar al sushi al que estoy acostumbrado. Hasta resulta un poco deprimente comer ese tipo de comida tan carente de todas las características que me gustan del poke y del sushi.

Las veces que me quedé son comer en el trabajo esperé a llegar a casa a las 4:00 PM. En días así lo que hice fue prepararme una ensalada de tomate con tuna. Simplemente corto un tomate grande en cuadritos y le tiro una lata de tuna, una pizca de sal y ya está. También llegué a preparar hojas de mostaza salteadas con aceite de oliva, un poco de ajo en polvo y salsa de soya. Eso con una jamonilla frita. Sí, una de esas «Tulip» que venden en el supermercado.

Al principio de este post dije que no cambié la cantidad ni la calidad de la comida, sino el tipo de comida. La jamonilla no es para nada saludable, pero es fácil de preparar y te resuelve un almuerzo sin mucho problema. Además la jamonilla y los embutidos en general son muy importantes durante el inicio de esta dieta, pues te ayudan a iniciar con el cambio en la dieta. Al menos para mi fue así.

Cuando comencé con la dieta no estaba muy seguro en qué consistiría mi alimentación. No es que ahora sea un experto en el tema, pero luego de un mes tengo una idea un poco más clara de como afrontar esta dieta. Confieso que al principio lo único que hice fue ir al supermercado a tratar de comprar productos bajos en carbohidratos. Todo lo que tuviese más de 4 gramos de carbohidratos por servida estaba mal para mi, pues decidí limitar mi ingesta de carbohidratos a 20-25 gramos diarios.

Pronto me di cuenta que los productos bajos en carbohidratos eran puras cosas enlatadas con un alto nivel de sodio, tales como pepinillos, aceitunas, alcachofas y vegetales conservados en salazón o embutidos. Como sentía que no tenía opciones decidí comprar varios frascos de esas cosas para tenerlos como aperitivo para cuando me diera hambre. Sin embargo, pronto me di cuenta que cuando uno tiene hambre lo que menos quiere comer es un pepinillo o aceitunas. Al menos no con el tipo de hambre que te da en los primeros días después de dejar de consumir carbohidratos.

Después de las conservas, la única opción que encontré a como aperitivo fueron los fiambres. Productos tipo jamón serrano, salami y esas cosas. Compré unos cuantos para tratar de tener opciones para comer, pero a la hora de la hora no te dan ganas de comer eso. Y ciertamente los primeros días fueron muy difíciles. Me daba mucha hambre y no tenía opciones. Era muy frustrante y lo único que eso me hacía sentir era odio hacia el mundo (xD).

Pero esa sensación solo dura unos cuantos días. Creo que después de 5 días me acostumbré a la falta de carbohidratos y pronto mi hambre bajó. Llegó el momento en el que simplemente podía quedarme sin almorzar, pues me daba poca hambre. Simplemente bastaba con un buen desayuno y una buena cena para vivir y ser feliz. Después de unos días me di cuenta que no era necesario comprar los pepinillos, aceitunas, embutidos, fiambres y esas cosas, pues la necesidad de picar algo entre comidas se volvió inexistente.

De forma general, mis almuerzos fueron algo rápido y no siempre fueron a la misma hora. Comer en horarios distintos cada día no está bien, pero como ya les expliqué, no es algo tan sencillo de controlar.

Cena

En la cena siempre me esforcé un poco más con la preparación de la comida. Comí muchos hongos, tanto de los enlatados, hongos Portobello y de los que venden cortados en el supermercado. Una de mis preparaciones favoritas es poner aceite de oliva en una olla, sofreír los hongos con un poco de ajo y luego agregarle proteína. Hice esta combinación con pechugas de pollo y con tocino.

Algo similar hice con las hojas de mostaza y los bok choy. Aceite de oliva en la olla, con un poco de ajo y a veces les agregaba hongos. Eso y proteína, ya sea carne, pollo o salmón. También comí muchos espárragos. Bien preparados saben exquisitos y llenan bastante.

En la cena básicamente no consumo embutidos, pues hay más tiempo para dedicar a la cocina. Un par de veces cené algo de carne con puré de coliflor, algo parecido al puré de papas que sabe bastante bien. El puré y el arroz de coliflor lo venden como productos congelados en el Riba Smith, aunque son un poco caros. Creo que un puré cuesta cerca de 8 dólares, por lo que resulta un poco prohibitivo consumir algo así cada tantos días. La ventaja es que solo se necesita ponerlo unos minutos en el microondas y tendrás algo rico y parecido a la comida «normal».

En la cena también comí ensaladas de lechuga, tomate y/o pepino. Como ya mencioné, las cenas para mi han sido mucho más elaboradas y balanceadas, con ingredientes más saludables. Poco a poco he ido dejando los embutidos a un lado y como carne, hongos y vegetales y eso me hace sentir bien. También cocino sin usar sal, usando simplemente aceite de oliva y ajo.

Resultados obtenidos

Llegó la hora de ver los números. A continuación les estaré presentando la información obtenida con los medidores de masa corporal (balanza) y el medidor de glucosa y cetona.

Gráfico 1. Evolución de mi peso corporal al utilizar la dieta Keto

Estos han sido mis niveles de cetona durante este tiempo:

Gráfico 2. Niveles de cetonas durante mi tiempo utilizando la dieta Keto

Y aquí están los niveles de glucosa.

Gráfico 2. Niveles de glucosa durante mi tiempo utilizando la dieta Keto

A continuación voy a proceder a analizar los datos representados en estas gráficas. Esta será mi interpretación de la información, aunque bien podría estar equivocándome. Como ya he mencionado, no soy un experto en estos temas. No tengo estudios de nutrición ni nada por el estilo, aunque debo decir que al tratarse de datos obtenidos a partir de muestreos, considero que puedo tratar de hacer una interpretación basada en mi experiencia en análisis de información.

Análisis de los datos obtenidos
    • Definitivamente la dieta Keto funciona

Eso es claramente observable en el Gráfico 1, donde se aprecia una pérdida de peso significativa durante los 30 días del experimento. En total fueron 17 libras las que perdí en las 4 semanas que me mantuve bajo un régimen alimenticio bajo en carbohidratos (menos de 20 gramos al día).

    • La teoría de que la pérdida de peso se debe al aumento de los niveles de cetona no es del todo precisa

Al menos a mi no me parece así. Las razones para creer esto son muy simples: mis niveles de cetona se mantuvieron relativamente bajos durante todo el mes. Eso se puede apreciar en el Gráfico 2. Según la teoría, el cuerpo humano entra en «cetosis» cuando los niveles de cetona superan los 0.5 mmol por litro de sangre. En la siguiente imagen se muestran los niveles de cetona que se deberían alcanzar para lograr resultados con esta dieta:

En teoría la «cetosis nutricional» empieza a partir de los 0.5 mmol/L. Sin embargo, en el Gráfico 2 se muestra que mis niveles de cetona no superaron los 0.7 mmol/L. En total fueron 13 días de 30 en los que mis niveles de cetona estuvieron en 0.5 o superior y apenas 5 días con niveles por de 0.6 o superiores.

Tomando en cuenta esta información, el pasado mes pasé más de la mitad del tiempo por debajo de 0.5 mmol/L y aún así logré bajar 17 libras. Nunca alcancé el nivel óptimo de cetosis, el cual según la teoría se logra por encima de 1.0 mmol/L de cetonas en sangre.

Las razones para que esto haya sido así pueden ser muchas. Talvez el medidor que utilicé no es muy preciso y no logra registrar bien los niveles de cetona. Talvez mi cuerpo no funciona de la misma manera que el de otras personas. O talvez la teoría de la «cetosis» no funciona tal como dicen por ahí. Ya les digo, no soy experto en el tema.

A continuación les muestro una superposición de la curva de peso y la curva de niveles de cetona:

resultados de la dieta ketoLa dieta la inicié el 30 de junio. La línea azul muestra que la pérdida de peso fue automática. Los niveles de cetona no subieron durante los primeros dos días, hasta que el 7 de julio alcancé 0.7 mmol/L. Yo pensé que a partir de ahí los niveles subirían o se mantendrían, pero no fue así. No se ustedes, pero no veo una correlación clara entre los niveles de cetona y la caída de peso. Los valores obtenidos no fueron constantes, pero la caída de peso se mantuvo más o menos constante durante todo el mes.

Existe la posibilidad de que estas discrepancias se deban a una falta de precisión del medidor de cetonas. Eso sería sumamente decepcionante, pues es un equipo costoso, con insumos aún más costosos, al que se le hace mucha publicidad en Internet.

  • Hay días en los que se gana peso

Durante el primer mes que estuve en dieta logre percibir que en ciertos días amanecía con un poco más de peso que en el día anterior. Si calculo la derivada de la curva de peso, obtengo el siguiente resultado:

Los días en los que la línea roja sube por encima del eje horizontal fueron días en los que gané peso en vez de perder. En tres de estas ocasiones registré un aumento de peso de más de una libra. No tengo datos que lo comprueben, pero creo que esto está directamente asociado a mi actividad física.

Sucede que a veces no voy al trabajo de manera presencial, sino que me quedo en casa haciendo teletrabajo. Me di cuenta que los días que me quedaba en casa y que no hacía mucha actividad física, mi peso aumentaba en comparación al día anterior. Con tan solo ir a la oficina y subir unas cuantas escaleras parece que hago la suficiente cantidad de actividad física para mantenerme perdiendo peso.

Esto me parece muy interesante, pues aunque para cualquiera sería lógico pensar que al hacer actividad física se pierde más peso, yo realmente no considero que ir a la oficina sea una actividad física. Es simplemente subir unas cuantas escaleras y caminar 100 o 200 metros desde el estacionamiento. Como ya les dije, no tengo pruebas de que esto sea así, pero durante el segundo mes de dieta intentaré comprobar esta teoría. De eso hablaré más adelante.

Comentarios finales sobre la dieta Keto
  • Extraño mucho el arroz, el pan, la pasta, la cerveza y el whisky, pero puedo vivir sin ellos durante un par de meses. El primer mes de dieta me ha animado a seguir con esto y me he propuesto a reducir mi peso por debajo de 200 libras. Se supone que mi peso ideal está en 175 libras, pero dudo mucho que llegue hasta allá. Con bajar hasta las 190 creo que me sentiré bien.
  • Tratar la dieta como un experimento es algo muy interesante. Las mañanas se vuelven esa pequeña parte del día en la que te pones ansioso por conocer si bajaste de peso, o si tus niveles de glucosa y cetona están dentro de los rasgos esperados. Hay días en los que duele un poquito haber retrocedido, pero a largo plazo definitivamente se logran resultados importantes.
  • Como el día de hoy, 30 de julio, es mi cumpleaños 29, voy a romper la dieta. Hoy es viernes y en la tarde voy a ir a un restaurante por una buena cena. Este fin de semana comeré arroz con pollo y pastel. He mantenido mi cuerpo funcionando con pocos carbohidratos durante un mes y estoy seguro que mi cuerpo necesita de ese tipo de alimentos para ciertas cosas. Una licencia de un fin de semana no debería desviarme de mi objetivo.
  • A partir del lunes 2 de agosto retomaré la dieta, tratando de caminar al menos 30 minutos diarios durante las primeras 2 semanas. Con eso espero comprobar mi teoría sobre el impacto de la actividad física sobre la pérdida de peso.
  • Algo más que me gustaría probar es el ayuno intermitente, tratando de permanecer 16 horas al día sin comer. Eso se puede lograr cenando a las 6 PM y desayunando a las 10:00 AM del día siguiente, algo que puedo lograr llevándome el desayuno a la oficina. Es posible que el ayuno intermitente sea igual de efectivo que la dieta baja en carbohidratos y talvez pueda cambiar mi dieta actual por una más balanceada.
  • Si hay un tema que me preocupa un poco sobre la dieta Keto es la posibilidad de que se me suban los niveles de colesterol y el sodio. Estoy comiendo comida con mucha grasa y proteína, lo cual bien podría tener efectos secundarios sobre mi cuerpo. Espero hacerme un examen general de sangre pronto para verificar estos niveles.
  • Otro aspecto que me preocupa un poco es la posibilidad de que esta dieta afecte mis riñones, específicamente por el alto consumo de proteínas. He leído por ahí que una cosa no tiene que ver con la otra, pero no estoy seguro y la verdad no se demasiado del tema. Me he sentido muy bien durante este tiempo y me he mantenido tomando mucha agua.
  • Siento que con esta dieta tengo un poco más de energía que antes. Me da poco sueño durante el día y ahora tengo la capacidad de quedarme hasta tarde en la noche trabajando en la computadora. En el trabajo me mantengo activo y con ganas de producir. También creo que mi mente también está un poco más clara y ahora me puedo concentrar mejor en las cosas que hago.
  • Mi sistema digestivo también ha mejorado. Ya no me dan agruras ni reflujo gástrico y no siento pesadez en el estómago.
  • Alqo que es importante tomar en cuenta en esta dieta es la importancia de consumir alimentos ricos en fibra. En este ámbito resulta muy provechoso consumir aguacate, pues te aporta una buena cantidad de fibra y te ayuda a evitar el estreñimiento. Yo personalmente no comía aguacate hasta ahora, pero un día decidí incluirlo en mi dieta y poco a poco me acostumbré al sabor. Al final me terminó gustando y siento que me ayuda con la digestión de las proteínas que consumo.
  • En el segundo mes trataré de agregar un poco más de variedad a la dieta, incluyendo pescado y mariscos. Me siento muy optimista por los resultados obtenidos y con cada día que pasa me siento un poco más motivado con este tema, ya no tanto por el experimento, sino por alcanzar una meta de peso ideal.
  • Como dejé claro desde el principio, la información presentada aquí no debe ser tomada como referencia para elaborar una dieta, pues no soy profesional en este tema. Yo soy Ingeniero Electromecánico y no un nutricionista.
5 1 vote
Article Rating
Suscríbete
Notify of
guest

4 Comments
newest
oldest most voted
Inline Feedbacks
View all comments
Rosario
Rosario
1 year ago

Muy interesante, y todo lo que menciona: mente más clara, aumento de energía, menos sueño, son algunos de los beneficios de la dieta keto, más allá de bajar de peso. La hice hace un par de años, bajé y la estoy retomando precisamente por eso. Lo curioso es que al hacer la dieta en el 2019, tenía algo de sobrepeso y logré bajarlo paulatinamente, con la dieta, ejercicio y con ayuno intermitente y a día de hoy no lo recuperé, salvo un par de kilos que si me descuido siempre vuelven. Fíjese en las cosas que come, puede que consuma… Read more »

Jonathan
Jonathan
1 year ago

Me gustó mucho tu artículo. He seguido la dieta y seria bueno compartir experiencias